Estimadas
familias,
Esta
es la octava semana de alarma. Dos meses ya para intentar vencer la
epidemia. Estamos metidos ya en un complejo plan de “desescalada”,
que merece la pena hacer bien para conseguirlo. Por ese motivo,
aunque sea duro, creo que es buena idea manejar el cambio de “fase”
con toda la prudencia que sea necesaria.
Mayo
es el mes de las flores. Es el mes en el que la Iglesia y el Colegio
celebran el mes de María. Y también es el mes en que se nota más
que los días son más largos, hay más luz, hace más calor y la
vida renace. Todas estas cosas, junto a los datos de la enfermedad,
nos hacen empezar a ver las cosas con más optimismo, a pesar de
nuestro cansancio por todos los esfuerzos que estamos haciendo.
Una
vez asumido que en este curso no va a haber clase, con normalidad,
sabemos que en estos momentos se barajan algunas posibilidades para
el curso que viene. Una de ellas es un modelo de clases mixto, entre
trabajo presencial y teletrabajo en casa. Otra posibilidad es asistir
en horarios distintos. Algunas asociaciones de profesores han
mostrado sus dudas porque no se ha explicado cómo se va a hacer o
cómo va a ser la dedicación de los profesores. Además, crea dudas
en cuanto a la conciliación de la vida familiar y laboral. Por otra
parte, la selectividad se hará a primeros de julio y se han
publicado los modelos de examen y criterios de corrección adaptados
a la situación actual.
Hemos
recorrido un camino muy largo. Por eso tenemos que mantener las
recomendaciones de mantenimiento de la distancia social, el lavado
frecuente de manos con agua y jabón o solución hidroalcohólica, el
uso complementario de la mascarilla y evitar aglomeraciones. Si
seguimos haciéndolo bien conseguiremos pronto nuestro objetivo,
sobre todo para proteger a los más vulnerables.
Un
fuerte abrazo,
M.ª
Jesús Gijón Martínez
Presidenta
del APA Jesuitinas
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